Para garantizar la durabilidad y buen funcionamiento de un termo inteligente, es importante limpiarlo regularmente, tanto por dentro como por fuera. Usa agua tibia y un poco de vinagre o bicarbonato para eliminar residuos y olores. Evita sumergir completamente el dispositivo si tiene componentes electrónicos no desmontables. Asegúrate de secarlo bien después de cada uso para prevenir la humedad interna. No lo llenes con bebidas gaseosas o ácidas que puedan dañar sus sensores. Revisa que la tapa cierre correctamente para evitar fugas. Carga su batería según las indicaciones del fabricante y evita dejarlo conectado más tiempo del necesario. Guarda el termo en un lugar seco y fresco cuando no lo uses.